Orlando

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Marzo 2026
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Orlando – Georg Friedrich Händel | Ópera en concierto
Opera seria en tres actos
Libreto anónimo basado en el libreto de Carlo Sigismondo Capece, L’Orlando, overo La gelosa pazzia, basado en el poema épico Orlando Furioso de Ludovico Ariosto.
Duración aproximada: 2h 40min

 

Una obra barroca esencial, atemporal por su profundidad

Orlando, una de las óperas más celebradas de Georg Friedrich Händel, es una obra fundamental del repertorio barroco que ha trascendido el tiempo por su complejidad emocional y su intrincado desarrollo musical. Compuesta en 1732, Orlando es una ópera seria basada en el poema épico Orlando Furioso, de Ludovico Ariosto, un relato que fusiona mitología, amor y locura. La ópera se estrenó en el Covent Garden Theatre de Londres, un lugar clave en la carrera de Händel, y se ha mantenido como una pieza esencial en los escenarios de ópera del mundo, especialmente por su exploración de la psique humana y su expresión musical.

 

El libreto de Orlando, escrito por el poeta y libretista italiano Carlo Sigismondo Capece (quien también pondría versos a otras dos óperas handelianas, Ariodante y Alcina), presenta una historia rica en conflictos internos y pasiones desenfrenadas. El protagonista, Orlando, es un caballero medieval que, en medio de la guerra, se enamora perdidamente de la bella Angelica. Sin embargo, la historia da un giro trágico cuando Angelica se enamora de Medoro, un joven que, a su vez, rechaza las atenciones de Orlando. Consumido por los celos y la desesperación, Orlando pierde el control de su razón, lo que lo lleva a una locura temporal. En su delirio, se convierte en un personaje complejo y ambiguo, atrapado entre la nobleza de su carácter y la irracionalidad de sus emociones.

Programa y reparto

Les Musiciens du Louvre
Director – Marc Minkowski

 

Orlando – Aude Extremo
Angelica – Ana Maria Labin
Medoro – Yuriy Mynenko
Dorinda – Alina Wunderlin
Zoroastro – Edward Jowle

Gran Teatre del Liceu

El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad.

Actualmente es un teatro de titularidad pública (Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) administrado por la Fundación del Gran Teatre del Liceu, que incorpora, además de las citadas instituciones, el Consejo de Mecenazgo y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu.

Los orígenes. Del 1837 al 1847

El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional, organización de ciudadanos armados de la época de signo liberal, bajo la iniciativa de Manuel Gibert.
La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana.
 

El edificio de la Rambla

El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla.
El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El proyecto se financió mediante acciones mercantiles —que comportaban la propiedad privada de buena parte de los palcos y las butacas del futuro teatro— que dieron lugar a la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, llamada «Sociedad de Propietarios», la cual, desde 1855, se convirtió en responsable única del Gran Teatre del Liceu al separarse jurídicamente del Conservatorio del Liceu.
La explotación del Teatro fue confiada desde un principio a empresas concesionarias de los espectáculos, que tenían la obligación de ofrecer un número determinado de representaciones, recibiendo, a cambio, los ingresos por la venta de las localidades no adscritas a la Sociedad.
Esta situación perduró hasta 1980.
 

La creación del Consorcio

El régimen económico que regía el Liceu se mostró inviable a partir del último cuarto del siglo XX. En 1980, el primer gobierno de la Generalitat de Catalunya, ante el peligro de desaparición de una institución del prestigio cultural internacional del Liceu, crea, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, a las que se sumarían posteriormente la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura (1985 y 1986), el Consorcio del Gran Teatre del Liceu, que se hizo cargo de su gestión y explotación.
 

El incendio de 1994 y la construcción del edificio actual

El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas  (cesión ratificada en 1997).
A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.

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