Werther
Mayo 2026 | ||||||
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Werther – Jules Massenet
Drama lírico en cuatro actos y cinco cuadros.
Libreto de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann basado en la obra Die Leiden des jungen Werthers de Johann Wolfgang von Goethe.
Duración aproximada: 2h 40min
El conformismo y la norma de la convención serán una prisión imposible de vencer y lo que marcará su destino para enfrentarse a la tragedia personal y a la muerte como única salida.
En 1774 se publicó Las tribulaciones del joven Werther, una novela con rasgos autobiográficos del entonces desconocido escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, a los 25 años. Rápidamente, se convirtió en un hito de la literatura universal. Es una obra que pertenece al período romántico y uno de los mejores exponentes del movimiento Sturm und Drang. Una obra epistolar que relata la historia de Werther, un joven enamorado que escribe cartas a su amigo Wilhelm sobre su amor obsesivo por Charlotte, quien lo rechaza para casarse con otro hombre, porque lo había prometido a su madre moribunda.
El éxito de la novela, paradójicamente, se transformó en un gran problema social, ya que en enero de 1775 comenzó una ola de suicidios por amor inspirados en el héroe romántico. Estos casos continuaron durante varios años y se convirtieron en un fenómeno posteriormente muy estudiado y difundido por toda Europa. Apasionado por la intensidad de la trama, Massenet comenzó a ponerle música en 1885.
Estrenada en alemán en la Wiener Staatsoper en febrero de 1892, la obra tuvo un éxito moderado. No fue hasta las representaciones en Ginebra y París en su versión francesa cuando se impuso como una de las mejores obras del compositor.
El papel de Werther, por su dificultad vocal, a menudo es denominado el "Tristán francés"; y para Charlotte, reserva algunas de las páginas más intensas y dramáticas de todo el repertorio. Xabier Anduaga (en su debut en el papel) y Matthew Polenzani se alternarán con las Charlottes de Isabel Leonard y Elina Garanča. Unas voces prodigiosas harán que nos sumerjamos en esta partitura, que no es más que una confesión íntima de sentimientos contenidos, expresiones interiores a partir de una conmovedora y delicadísima línea melódica y un elegante acompañamiento orquestal.
Esta nueva producción, procedente de la Scala de Milán y dirigida por Christof Loy, está centrada en los mecanismos interpersonales y los aspectos psicológicos de los personajes. Con un enfoque íntimo de los protagonistas, los sitúa en una elegante y esencial escenografía clara ambientada en los años cincuenta, en la cual preside una gran pared horizontal que cierra la acción de los papeles centrales y los asfixia en sus emociones más profundas. Este muro divide el mundo de la intimidad doméstica, los afectos y los sentimientos (el de la familia, al cual Werther no podrá entrar nunca) del mundo exterior. La desnudez del espacio hace que los elementos adquieran una carga simbólica adicional muy sugerente.
El conformismo y la norma de la convención serán una prisión imposible de vencer, marcando su destino y enfrentándolos a la tragedia personal y a la muerte como única salida. Charlotte llegará demasiado tarde. Werther ya está muriendo mientras ella le declara su amor desesperado. Afuera, los niños cantan el nacimiento de Jesús. Un contraste impresionante que nos pondrá la piel de gallina.
Programa y reparto
Werther - Xabier Anduaga | 4, 7, 10, 14 y 17 de mayo
Werther - Matthew Polenzani | 2, 5, 8, 11 y 16 de mayo
Albert - David Oller | 4, 7, 10, 14 y 17 de mayo
Albert - Carlos Daza | 2, 5, 8, 11 y 16 de mayo
El alcalde - Carlos Chausson
Schmidt - Josep Fadó
Johann - Javier Franco
Bruhlmann - Cristofol Romaguera
Charlotte - Kristina Stanek | 4, 7, 10, 14 y 17 de mayo
Charlotte - Elmina Hasan | 2, 5, 8, 11 y 16 de mayo
Sophie - Sofia Esparza | 4, 7, 10, 14 y 17 de mayo
Sophie - Leonor Bonilla | 2, 5, 8, 11 y 16 de mayo
Kathchen - Anna Tobella
Dirección de escena - Christof Loy
Reposición - Silvia Aurea Di Stefano
Escenografía - Johannes Leiacker
Vestuario - Robby Duiveman
Iluminación - Roland Edrich
Coproducción Teatro alla Scala y Théâtre des Champs-Élysées
Cor Vivaldi - Little Singers of Catalonia
Pilar Paredes, directora
Orquesta del Gran Teatre del Liceu
Director: Henrik Nánási
Gran Teatre del Liceu
El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad.
Actualmente es un teatro de titularidad pública (Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) administrado por la Fundación del Gran Teatre del Liceu, que incorpora, además de las citadas instituciones, el Consejo de Mecenazgo y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu.
Los orígenes. Del 1837 al 1847
El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional, organización de ciudadanos armados de la época de signo liberal, bajo la iniciativa de Manuel Gibert.
La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana.
El edificio de la Rambla
El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla.
El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El proyecto se financió mediante acciones mercantiles —que comportaban la propiedad privada de buena parte de los palcos y las butacas del futuro teatro— que dieron lugar a la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, llamada «Sociedad de Propietarios», la cual, desde 1855, se convirtió en responsable única del Gran Teatre del Liceu al separarse jurídicamente del Conservatorio del Liceu.
La explotación del Teatro fue confiada desde un principio a empresas concesionarias de los espectáculos, que tenían la obligación de ofrecer un número determinado de representaciones, recibiendo, a cambio, los ingresos por la venta de las localidades no adscritas a la Sociedad.
Esta situación perduró hasta 1980.
La creación del Consorcio
El régimen económico que regía el Liceu se mostró inviable a partir del último cuarto del siglo XX. En 1980, el primer gobierno de la Generalitat de Catalunya, ante el peligro de desaparición de una institución del prestigio cultural internacional del Liceu, crea, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, a las que se sumarían posteriormente la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura (1985 y 1986), el Consorcio del Gran Teatre del Liceu, que se hizo cargo de su gestión y explotación.
El incendio de 1994 y la construcción del edificio actual
El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas (cesión ratificada en 1997).
A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.